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ALMA SAYAGUESA
ZAMORA

Allá en Castilla la Vieja
un rincón se me olvidaba,
Zamora había por nombre,
Zamora la bien cercada:
de un lado la cerca el Duero,
del otro, la Peña Tajada,
del otro, la Morería.
¡ Una cosa muy preciada!"
(ROMANCERO DEL CID)

VOLVIENDO atrás siglos,
desandando edades,
tu cuna, Zamora,
¿dónde quedará?

Tus muros primeros,
tus primeros hombres
—polvo milenario—,
¿dónde se hallarán?

Se cansa la mente
recorriendo historia,
y tú eres más vieja,
mi vieja ciudad.

Muy antes de Cristo,
antes que llegaran
los cartagineses,
tú existías ya.

¿Quiénes detuvieron
sus pasos errantes
para hacer sus chozas
sobre tu solar?
para hacer sus chozas
sobre tu solar?

¿Eran los iberos?
¿O tal vez los celtas?
¿Acaso los griegos?
¿Fenicios quizás?

Quién sabe,Zamora,
qué manos te alzaron,
cuál fue de tu vida
la etapa inicial.

Sólo lo conoce
quien nacer te ha visto.
Sólo el río Duero,
y él no lo dirá.

Tu rostro cansado,
tu pecho de piedra,
¿cuántos invasores
han visto cruzar?

Los cartagineses,
los romanos luego,
y después los bárbaros
sin ley ni piedad.

—Alanos y suevos,
vándalos y godos—.
Y, por fin, los árabes
de alfanje y Koran.

Vinieron las luchas
del cristiano y moro,
las nieblas feudales,
la guerra y la paz.

Y tú, mi Zamora,
sola y olvidada,
despertaste un día
villa señorial.

"Asi hablaba el rey Fernando
a su hija doña Urraca:
—Por tuya dejo Zamora
bien guarnida y torreada,
que para tus desvarios
convienen fuertes murallas.
Homes buenos hay en ella
Para servirte y guardalla.
A quien te quite Zamora
la mi maldición le caiga".

Los días corrieron
enhebrando años,
pasaron los siglos
con lento rodar.

Los tiempos modernos
han dado invenciones
que van transformando
del mundo la faz.

Ciudades que nacen
y crecen veloces
—colosos de audacia,
cemento y metal—.

Pero tú has seguido
vetusta Zamora,
dormida en edades
que murieron ya.

¿Qué guardas,qué tienes
de esta nueva era
de acero, de hulla
y electricidad?

Dos puentes de hierro,
el ferrocarril,
unos automóviles
y muy poco más.

Vienes al remolque
detrás del progreso
soñando pasados
que no volverán.

Tus estrechas calles
y tus plazoletas
parecen, Zamora,
siempre dormitar.

Hablan de otro tiempo
tu puente romano,
tu castillo antiguo
y tu catedral.

Zamora pequeña.
Callada Zamora.
Zamora olvidada.
Mi vieja ciudad.

M. Gejo

MANUEL GEJO