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ALMA SAYAGUESA
TRISTE OTOÑO

A la puerta de mi casa
hay un árbol muy frondoso
que cuando llega el otoño
deja de ser tan vistoso.

Ha perdido su vestido
que era la mar de copioso
ya no cobija los nidos
que fueron muy numerosos.

Las heladas, con las nieves
y los aires invernales
le seccionan al ramaje
las hojas que le protegen.

¡Ay cuando frío está pasando!
dice el niño desolado,
yo le dejo mi tabardo
para que quede abrigado.

El padre responde al niño
al verle desconsolado:
no te preocupes cariño,
la luna está a su cuidado.

Transcurrirán unos meses
y el tiempo va pasando…
verás que dentro, las copas
de nuevo se van poblando.

Cuando los días ya sean largos,
escucharás bellos cantos
de multitud de pájaros
que anuncian la primavera,
la encargada de ponerle
el mejor vestido al árbol.

Noviembre/08
Mª Ángeles Blanco Diego


M. ANGELES BLANCO