EL OTOÑO
¡Mira mamá!, dice el niño:
Qué cantidad de hojas secas,
vamos a coger algunas
y llevarlas a la escuela,
para decirle a la “Seño”
que haga un cuadro con ellas.
La madre, toma del suelo
una cantidad pequeña,
y el niño presuroso
corriendo salió con ellas.
Ante la inmensa emoción,
la “Profe”, así le comenta:
Estas hojas que has traído
tienen una procedencia,
que sepas que un día fueron
las que vistió la arboleda,
donde anidan pajarillos
al llegar la primavera.
Cuando estaban en las ramas
fueron carnosas y tiernas,
dieron frescura y sombra
a la frondosa pradera.
Ésas que tú me enseñas,
no corre savia por ellas
pero le daremos formas,
para que se vuelvan bellas.
Mª Ángeles Blanco Diego
Noviembre/07
