Inicio
ALMA SAYAGUESA
UN RECUERDO A MI MADRE

Era una tarde de otoño,
luminosa y soleada
de aquél 28 de septiembre
del que no se presagiaba
que partías a otra morada.

Te fuiste sin hacer ruido,
de una manera callada
para que nunca supieran
la pena que te llevabas
por dejar aquí a tus hijos
conteniendo la nostalgia.

El billete de tu viaje
lo tomaste con premura
sin que nadie te dijera
no te vayas ..... espera.

De la forma que te has ido
es difícil asimilarlo
no hay consuelo inmediato
ni sosiego en el espacio.

Ya no canta el pajarillo
que alegraba tus estancias
ha quedado enmudecido
y solito en tu casa.

Fuiste mujer elogiada
por quién bien te conocía,
en tu semblante no había
nada más que paz y vida.

Cuando pronuncio tu nombre ¡Madre!
el alma se me desgarra
y me ahoga la tristeza,
al saber que te perdí
aquella tarde.

Recibe madre este beso
que te envía con tibieza
tu hija.


Mª Ángeles Blanco Diego
Septiembre, 2007

M. ANGELES BLANCO