Inicio
ALMA SAYAGUESA
A LA VIRGEN DE LA SOLEDAD

Anoche te vi SEÑORA
con un sufrimiento amargo,
- abatida, dolorida -
caminar pasito a paso
por las calles de Zamora.

Soledad, ya no vas sola,
te acompañan bellas damas,
todas ellas zamoranas,
enlutadas, desoladas,
portando con regocijo
unas tulipas con cirios
que te van iluminando.

De negro luto es el manto
que resbala por tu cara,
más un día fue primavera,
hoy marchita y apagada
por el dolor que traspasa
el corazón de una Madre
que gime desconsolada.
desde que te arrebataron
al hijo de tus entrañas.

Se escapan por tus mejillas
dos perlas de nácar fina
transparentes, cristalinas,
tal si fueran agua viva.

Por la cabeza inclinada
ocultas tu gran tristeza,
unos ojos desgarrados,
secos por tanto llanto.

Descansan sobre el regazo
unas manos primorosas,
-blancas como azucenas-
con un rosario de cuentas,
relucientes como el cuarzo.

Cuando contemplo tu rostro
siento estremecer mi cuerpo
por tanto dolor intenso
en la expresión, en el gesto.

Yo quisiera Madre mía
besar tus lindas mejillas,
como besaba a mi Madre
cuando conmigo vivía.

Marzo/09
Mª Ángeles Blanco Diego
M. ANGELES BLANCO