Inicio
ALMA SAYAGUESA
LA LOBA PARDA

Estando yo en la mi choza 
pintando la mi cayada 
las cabrillas altas iban 
y la luna rebajada; 
mal barruntan las ovejas, 
no paran en la majada: 
Vide venir siete lobos 
por una oscura cañada. 
Venían echando suertes 
cuál entrará en la majada; 
le tocó a una loba vieja, 
patituerta, cana y parda, 
que tenía los colmillos 
como puntas de navaja. 
Dió tres vueltas al redil 
y no pudo sacar nada; 
y la otra vuelta que dió, 
sacó la borrega blanca, 
hija de la oveja churra, 
nieta de la orejisana, 
la que tenían mil amos 
para el domingo de Pascua. 
-¡Aquí, mis siete cachorros, 
aquí, perra trujillana, 
aquí, perro el de los hierros, 
a correr la loba parda!

Si me cobraís la borrega, 
cenaréis leche y hogaza; 
y si no me la cobráis, 
cenaréis de mi cayada. 
Los perros tras de la loba 
las uñas se esmigajaban; 
siete leguas la corrieron 
por unas sierras muy agrias. 
Al subir un cotarrito 
la loba ya va cansada: 
- Tomad, perros, la borrega, 
sana y buena como estaba. 
- No queremos la borrega, 
de tu boca alobadada, 
que queremos tu pelleja 
pa el pastor una zamarra; 
el rabo para correas, 
para atacarse las bragas; 
de la cabeza un zurrón, 
para meter las cucharas; 
las tripas para vihuelas, 
para que bailen las damas. 





Poetas anónimos