Dice el refrán que "de poetas y de locos, todos tenemos un poco". Así que poetas anónimos, poetas sin nombre a la vista, puede que haya muchos, muchísimos. Si el refrán tiene razón puede que algo poetas además de locos, lo seamos todos. ¿Quien de nosotros no tejió alguna vez un verso con los hilos de la mente? ¿Cuantos poetas del pasado dejarían sus estrofas sin autor y sin nombre en algún baul de los recuerdos sin esperar siquiera que algún día un lector curioso descubriera sus tesoros..? ¿Cuantos pastores escribirían sus versos, sus sentimientos, sus pasiones, en los caminos de Sayago porque no tenían otro papel que la arena fina, ni mejor lápiz que su cayada..? Y ¿cuantos, aún no sabiendo acaso escribir dibujaron sin embargo, sus sonetos de amor con la mirada perdida en la lejanía, para que sus pensamientos y sus rimas se los escribiera el viento..?

Estos "poetas sin nombre" también tienen su sitio en nuestro portal por si alguno abre un día aquel viejo baul y encuentra tesoros sin autor conocido, anónimos versos y nos los quiere dejar para poderlos compartir con los locos curiosos que nos asomamos de vez en cuando a esta ventana abierta donde suelen andar los poetas sayagueses y sus poesías.