Ya pintan de morado la ladera
cantuesos olorosos, ya triunfales
estallan amarillos retamales
y corre por el prado la rivera.

Ya la celinda en flor derrama entera
su aroma en huertecillos y corrales,
mimoso musgo cubre los canchales
y enzan asfodelos la pradera.

De las hojitas nuevas el murmullo
se escucha en el chopal, con el arrullo
caliente de la dulce tortolica.

Así Sayago adusto año tras año,
que un sol de plomo o hielo crucifica,
vive de primavera el cruel engaño.

Luis Cortés Vázquez