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ALMA SAYAGUESA
POR LAS CAÑADAS DEL TORMES

Fui un hombre de la mar
Y estuve en muchos puertos.
El agua fue para mí
Un sedante al sufrimiento;

Sin embargo, no me gustaba
Aquel lago en tierra adentro.
No vi alegría en la gente
Fuesen jóvenes o viejos.

La mirada se me fue
Por los espacios abiertos,
Por las cañadas del Tormes
Con sus ausencias y silencios.

Mientras muy cerca de mí
Graznaba un grajo muy negro.
Aires de muerte en su pico
En una noche de duelo.

Volví mis ojos a la tierra,
Acarició mi cara su viento
Y caminé por Sayago
En busca de sus senderos;

Y vi vida en sus valles,
Y vi alegría en sus cerros,
Mientras el Tormes en su pena
Quería seguir viviendo

Buscando el cauce perdido
Para unirse con el Duero
¡Anegado en sus lágrimas
Aprisionado en el cieno!




J. Bascuñana