POR LAS CAÑADAS DEL TORMES
Fui un hombre de la mar
Y estuve en muchos puertos.
El agua fue para mí
Un sedante al sufrimiento;
Sin embargo, no me gustaba
Aquel lago en tierra adentro.
No vi alegría en la gente
Fuesen jóvenes o viejos.
La mirada se me fue
Por los espacios abiertos,
Por las cañadas del Tormes
Con sus ausencias y silencios.
Mientras muy cerca de mí
Graznaba un grajo muy negro.
Aires de muerte en su pico
En una noche de duelo.
Volví mis ojos a la tierra,
Acarició mi cara su viento
Y caminé por Sayago
En busca de sus senderos;
Y vi vida en sus valles,
Y vi alegría en sus cerros,
Mientras el Tormes en su pena
Quería seguir viviendo
Buscando el cauce perdido
Para unirse con el Duero
¡Anegado en sus lágrimas
Aprisionado en el cieno!