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ALMA SAYAGUESA
SAYAGO: UN RINCON QUE VIO LA LUNA

La luna quiso contar
mil rincones a un lucero
siendo Sayago el primero
de la cuenta en apuntar ...
¡Oye! Doña Luna ...
lo bordea el río Duero
y hasta por el Sur el Tormes
viene a abrazar al primero.
Mira qué encanto de "arribes",
pues de muralla sirviendo,
quiere adornar sus pizarros 
con tomillos y cantueso. 
¡Hala! cuántos encinares 
y robles y fresnos secos. 
¡Hala! cuántas amapolas 
por trigales y senderos, 
bañadas, con el rocío 
en el abril mañanero. 
Quisiera verlo de día 
pues de noche ya lo veo 
y oír ese himno propio 
de la alondra y el jilguero, 
del ruiseñor y el pardillo 
al correr el arroyuelo. 
En la noche por Sayago 
se enamoran los luceros... 
Yo lo he visto por el día, 
siguió la luna diciendo, 
invitándome el sol claro 
desde pretéritos tiempos. 
He conocido a Viriato, 
el famoso guerrillero, 
que con pundonor bravío 
defender supo a su pueblo, 
haciéndolo desde entonces 
agrícola y ganadero. 

Tus campos son compartidos 
por pastores y vaqueros
siguiendo la bella historia 
como "antaño "la siguieron; 
aunque de eso queda poco 
si anulamos los recuerdos. 
Ya no existe en la besana 
las yunta de paso lento,
imitando a las campanas 
el sonar de los cencerros.
No quedan carros de mulas, 
se acabó el cascabeleo... 
y aquel trillar en la era 
y aquel limpiar con el viento. 
Un rato estuve escuchando 
a la luna y al lucero, 
muchas cosas se contaron 
que yo decirlas no puedo, 
todas ellas referidas 
a "aquellos" que ya se fueron, 
que regaron con sudores 
las praderas y los cerros. 
¿Qué dirán nuestros mayores 
cuando miren desde el cielo 
sin ver surcos en las tierras 
ni manojos por el suelo?.
Seguiremos adelante 
con el arar de los tiempos, 
con el segar de otra forma, 
con el calor de otros besos... 
demostrando que Sayago 
aún no está del todo muerto


Domingo Nieto Garrote




Domingo Nieto