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Nuestros pueblos: FERMOSELLE
Situación: Fermoselle se asienta en las confluencias del Río Duero y el Tormes. Es quizás el pueblo más pintoresco de la comarca y se llega hasta el por la carretera C527 desde Zamora. Desde Fermoselle podemos seguir el viaje hacia Portugal cruzando el puente que constituye la presa de Bemposta.

Origen: El nombre viene según creen algunos de la evolución del término "FERMOSA ELLA". Sin embargo, la terminación en "e" podría indicar la posibilidad de un origen latino.  

Historia: La historia de Fermoselle es larga y está muy ligada a su situación geográfica y geológica. Desde el aspecto geográfico tenemos en Fermoselle un punto estratégico y defensivo natural importantísimo. De ahí, que culturas y pueblos desde el paleolítico, prerromanos, romanos y moros, se asentaran y protegieran entre los dos ríos que por si solos ya suponen una extraordinaria y efectiva defensa natural dejando en el entorno abundantes huellas y manifestaciones de sus conocimientos y formas de vida. Podemos encontrar restos de estos pueblos y gentes en lugares como: Castillo Moro, Castillo Montalbán, Castillo Romero y otros en las inmediaciones del RíoTormes.  Guzaires, Peña Vela, Olleiros y algunos más en la orilla del Duero. La historia más reciente de Fermoselle es muy rica y está expertamente documentada en los numerosos libros y publicaciones que se han escrito sobre esta villa y cuyas referencias están en la sección "Libros sobre Sayago" de nuestra web.

Tierra: La formación granítica del suelo de Fermoselle ha permitido a sus gentes hacer uso de este elemento en formas muy variadas. Castillos medievales, o construcciones como las famosas bodegas excavadas en granito en casi todo el subsuelo de la villa, o las paredes de los bancales con los que mantener la tierra para los cultivos en los escarpados terrenos de Los Arribes, son algunas de ellas. La abundancia de suelo pizarroso (gneises) y su capacidad de retener la humedad, sumado al favorable microclima de Los Arribes, conforman factores únicos en la comarca que han sido sabiamente aprovechados por los fermosellanos desde tiempos muy remotos para sacarle a esta tierra productos muy apreciados por su extraordinaria calidad.  Productos como el aceite de oliva o el famoso y conocido internacionalmente vino de Fermoselle, hoy ya integrado en la Denominación de Origen como: Vino Arribes del Duero.  O los campos de frutales de donde durante siglos han salido las deliciosas "peras de Fermoselle", y una extensa producción de frutas y apreciadas variedades hortícolas.

Industria: Industrias y cooperativas dedicadas a la producción de vino y aceites. Manufacturas metálicas y carpinterías. Chacinerías y panaderías.  Comercios, supermercados, restaurantes y hoteles.

Monumentos: Fermoselle es por si mismo declarado conjunto histórico-artístico. La Iglesia con restos de sus diversas fases y modificaciones arquitectónicas, nos muestra detalles interesantes como las dos portadas de su primer estilo románico.  Iglesia de San Juan y convento de San Francisco que se supone construida en el siglo XIII. Ermitas de San Albín, posiblemente una antigua fortaleza. La Ermita de La soledad rica en detalles arquitectónicos y punto de encuentro de los fieles en Semana Santa. La ermita de Santa Cruz, que a juzgar por los restos encontrados en sus cercanías nos hacen pensar que fue un santuario precristiano. Plaza Mayor, centro y corazón de la villa. Aquí se celebran la mayoría de actos festivos y de otra índole. Aquí está, presidiendo la plaza e Ayuntamiento y su famoso reloj de agujas con campana torera incluida. El castillo de Doña Urraca. Tras la derrota de la rebelión comunera este castillo fue destruido y sus piedras utilizadas para la construcción de casas particulares. Quedan algunos restos como el muro de sus lado Norte y algo en la parte SO. Es un magnífico lugar para observar el paisaje que desde allí nos ofrece el Duero. Fermoselle tuvo su muralla de la que quedan algunas muestras como El Arco y algunas otras.  

Fiestas: 20-30 de Agosto: San Agustín. Fiestas patronales. 

Anécdotas: La calle Requejo, calle principal de Fermoselle, era en el siglo pasado sobre todo por los años 40, 50, una calle de intensa actividad comercial. Allí, y también en las calles más próximas, estaban la mayoría de los comercios, boterías, pequeñas fábricas de aguardientes, bodegas, comestibles etc. Cada día eran muchos los sayagueses que a lomos de asnos y mulas "hacían el viaje" a Fermoselle para comprar o intercambiar productos. Era corriente llevar cebada y traer vino, tortas y bacalao. También era frecuente que los "viajeros" retornaran ya al atardecer a sus respectivos pueblos algo afectados por la lógica cata de vinos en las profundidades de las muchas bodegas.